Adolecentes
y drogas
El consumo de
drogas, por su incidencia y las graves consecuencias que estas sustancias
acarrean para la salud, está considerado como un problema social. Los
adolescentes son uno de los grupos más vulnerables ante el consumo de
estupefacientes. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga (Unodc) y el
Delito destaca la importancia de conocer y entender por qué este sector es más
propenso al consumo, así como los graves riesgos que conlleva, para ayudar en
la elaboración de estrategias y en la toma de decisiones que permitan prevenir
y actuar ante situaciones de consumo de drogas en la adolescencia.
Según el estudio
Abuso de drogas en adolescentes y jóvenes y vulnerabilidad familiar, elaborado
por la Unodc, “existe suficiente información epidemiológica para sostener que
los púberes y adolescentes son los más vulnerables al consumo de sustancias
legales, ilegales y drogas médicas, dado que su identidad se encuentra en un
estado de formación”.
Factores que elevan
el riesgo de consumo entre los adolescentes
Entre los factores
que elevan el riesgo de consumo de drogas se encuentran la fácil accesibilidad a
muchas sustancias como alcohol y tabaco (según el informe de la Unodc, el 40,5
por ciento de los adolescentes consume o ha consumido alguna droga legal).
Además, según explica el estudio Los adolescentes y el consumo de drogas,
llevado a cabo por Elisardo Becoña Iglesias, profesor del Departamento de
Psicología clínica y Psicobiología de la Universidad de Santiago de Compostela,
en Galicia, entre las principales causas generales de consumo de drogas se
encuentran factores de predisposición, problemas familiares y problemas y
trastornos psicológicos. Además de las causas generales, el informe de la Unodc
pone de manifiesto una serie de factores específicos de la adolescencia que
aumenta la probabilidad de que los jóvenes consuman drogas y que tienen que ver
con el hecho de que se encuentran en una etapa de desarrollo físico (pubertad),
emocional, psicológico y sociológico:
Sentimiento de
invulnerabilidad: Los cambios físicos y hormonales experimentados por los
adolescentes (crecimiento, desarrollo de la masa muscular, etcétera) crean en
ellos una cierta sensación invulnerabilidad y fortaleza, lo que los lleva a
desarrollar conductas y hábitos como el consumo de drogas y otros
comportamientos de riesgo. Por ejemplo, el Informe Juventud en España del
Instituto de la Juventud asegura que casi un tercio de las parejas de
adolescentes no suele usar ningún método anticonceptivo en sus relaciones.
Curiosidad: La
adolescencia representa una etapa de cambios y aprendizaje que puede despertar
la curiosidad de los jóvenes y el deseo de experimentar qué se siente estando
bajo los efectos de las drogas.
Imitación: Según el
Instituto de la Juventud, “hay estudios que confirman que muchos adolescentes y
jóvenes tienen el ejemplo en casa, en sus padres, cuando beben alcohol o fuman
tabaco o marihuana en su presencia.
Afán de
independencia: Esto está provocado por la necesidad que pueden tener algunos
adolescentes de alejarse del entorno familiar para fortalecer las relaciones
con otros entornos donde haya más presencia de gente que tenga su edad y con la
que poder identificarse.
Consecuencias para
la salud
Las drogas acarrean
una serie de consecuencias perjudiciales para la salud física y psíquica de los
consumidores; sin embargo, al encontrarse en una etapa de desarrollo y de
formación del hombre adulto, estas consecuencias son más graves en los
adolescentes:
Daños en el aparato
respiratorio: Sobre todo asociados al consumo de cannabis (bronquitis,
enfisemas pulmonares, etcétera).
Daños
cardiovasculares: Como hipotensión y alteración de la frecuencia cardiaca
(cannabis), taquicardia e hipertensión, riesgo de angina de pecho e infarto de
miocardio, hemorragias cerebrales (cocaína), arritmia, cardiopatía isquémica
(drogas sintéticas).
Daños cerebrales:
Alteraciones neuropsiquiátricas, neurotoxicidad (muerte de neuronas), riesgo de
infarto cerebral, etcétera.
Otros daños en el
organismo: problemas dentales, pérdida de olfato, sinusitis, perforación del
tabique nasal, insomnio, convulsiones, insuficiencia renal, rabdomiólisis
(necrosis del tejido muscular que provoca la liberación de contenidos de las
fibras musculares y que provoca fuertes mialgias), coagulopatía, insuficiencia
hepática, etcétera.
Daños psicológicos:
Trastornos de la memoria, la concentración y el aprendizaje (lo que deriva en
fracaso escolar), trastornos psicomotores y en la realización de tareas
complejas, reacciones de ansiedad y de pánico, aumento de la depresión,
desarrollo de esquizofrenia (en personas con predisposición), brotes
psicóticos, etcétera.
Señales de alerta
Los jóvenes que
consumen este tipo de sustancias pueden presentar una serie de cambios en su
conducta y hábitos que podrían dar ciertas pistas a su entorno para detectar
este fenómeno, aunque es conveniente tener en cuenta que se debe tener
precaución con esto, ya que la adolescencia es un periodo donde los jóvenes
pueden experimentar muchos de estos cambios de conducta:
- Irritabilidad y desarrollo de una conducta agresiva.
- Pereza, apatía o somnolencia constante.
- Hiperactividad.
- Pronunciación lenta o mala.
- Ojos inyectados en sangre, pupilas dilatadas (grandes) o puntiformes (muy pequeñas).
- Desarrollo de malas prácticas, como mentir o robar, etcétera.
Tipos de drogas
En la actualidad,
existen muchos tipos de drogas, legales e ilegales, que son más o menos
accesibles para los adolescentes y cuyo consumo puede perjudicar gravemente su
salud. Entre las drogas más consumidas por los jóvenes podemos encontrar:
Alcohol
Esta droga legal es
una bebida que se obtiene mediante la destilación de productos de fermentación
de sustancias azucaradas, como la uva, la melaza, la cebada, etcétera. Según el
Libro Blanco de la Fundación Alcohol y Sociedad, el 65 por ciento de los
adolescentes españoles se declara consumidor de bebidas alcohólicas, por lo que
el alcohol es, sin duda, la droga legal más accesible para los adolescentes.
Este mismo estudio destaca que las bebidas alcohólicas más consumidas por los
adolescentes son la cerveza, el vino y las mezclas de licores y destilados con
refrescos y otras bebidas no alcohólicas. Aunque el alcohol afecta a muchas
partes del organismo (aparato digestivo, cerebro, aparato reproductor,
etcétera), sin duda la que puede resultar más afectada es el hígado, pudiendo
llegar a desarrollarse patologías graves como la cirrosis hepática.
Tabaco
El tabaco es la otra
droga legal y comerciada, prácticamente sin restricciones, en todo el mundo.
Aunque la venta de tabaco está prohibida a los menores de edad, la Asociación
Americana del Cáncer calcula que, cada día, casi 3.000 menores de 18 años
prueban su primer cigarrillo, y otros 700 se convierten en fumadores
habituales. De estos, alrededor de un tercio morirá prematuramente de una
enfermedad relacionada con el hábito de fumar. Además de los graves daños que
produce en el aparato respiratorio y el hecho de que sea una de las principales
sustancias que elevan el riesgo de sufrir cáncer, la nicotina que contiene el
tabaco hace que esta droga sea muy adictiva.
Cannabis
La marihuana o
cannabis es un psicotrópico obtenido de la planta del cáñamo. Según el Informe
Mundial sobre Drogas de la Unodc, es la sustancia ilícita más consumida en el
mundo. El cannabis suele consumirse a través de la vía respiratoria (solo o
mezclado con tabaco), aunque también por vía oral. El daño más importante
producido por la marihuana es el padecimiento de alteraciones
neuropsiquiátricas.
Cocaína
Es un alcaloide que
se obtiene de las hojas de la planta de la coca. Es un estimulante muy adictivo
que afecta directamente al cerebro. Aunque su consumo es ilegal, se suele
vender en forma de polvo blanco, fino y cristalino. En el proceso de
fabricación de esta droga, la cocaína se mezcla con sustancias y elementos como
el talco, la cafeína u otras drogas como las anfetaminas. La forma habitual de
consumo es a través de las fosas nasales, práctica que se conoce como
“esnifar”, aunque también se puede fumar.
Drogas de diseño
También conocidas
como drogas de síntesis, son un grupo de sustancias psicoactivas con
características comunes. Entre ellas podemos encontrar el éxtasis, LSD y las
anfetaminas. Las drogas de diseño se suelen distribuir en forma de comprimido,
aunque también se pueden consumir en polvo. Los comprimidos suelen presentar
colores llamativos, dibujos y letras para hacer más atractivo el formato y
fomentar su consumo. Todas las drogas de síntesis son derivados de la
anfetamina, que tiene efectos alucinógenos. Las principales consecuencias para
la salud producidas por las drogas de diseño se producen en el aparato
cardiovascular y el cerebro.
Prevención
Uno de los factores
más importantes en la lucha contra las drogas, especialmente en la etapa
adolescente, es la prevención. Concienciar a los adolescentes, a través de su
entorno directo o de campañas de prevención, de los riesgos que implica el
consumo de drogas es muy importante para evitar que consuman. Además de la
influencia del entorno, las escuelas, colegios, institutos y demás centros de
enseñanza también juegan un papel fundamental en la prevención. Los expertos
recomiendan no esconder o evitar el tema de las drogas, ya que es muy
importante tener un conocimiento real de lo que son y saber cuáles son sus
consecuencias.
Cómo actuar si se
detecta un consumo de drogas
Si se detecta un
consumo de drogas, lo más recomendable es acudir a un profesional que ofrezca
orientación y asesoramiento para poder manejar la situación de la forma más
adecuada. En CINADIC A.C. estamos especializados en tratar esta clase de
adicciones y podemos ayudarte Si tú o alguien que conoces y estimas tiene algún
problema de adicción no dudes en acercarte e informarte.
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Referencias:https://cuidateplus.marca.com/familia/adolescencia/diccionario/drogas-adolescentes.html
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